Radioactividad natural

Los núcleos atómicos de una sustancia radiactiva no son estables y se transmutan espontáneamente en otros núcleos emitiendo partículas alfa, beta y gamma.

Las partículas alfa son átomos de He doblemente ionizados, es decir, que han perdido sus dos electrones. Por tanto, tienen dos neutrones y dos protones. Es la radiación característica de isótopos de número atómico elevado, tales como los del uranio, torio, radio, plutonio. Dada la elevada masa de estas partículas y a que se emiten a gran velocidad por los núcleos (su velocidad es del orden de 107m/s), al chocar con la materia pierden gradualmente su energía ionizando los átomos y se frenan muy rápidamente, por lo que quedan detenidas con tan sólo unos cm de aire o unas milésimas de mm de agua. En su interacción con el cuerpo humano no son capaces de atravesar la piel. Así pues, tienen poco poder de penetración siendo absorbidos totalmente por una lámina de aluminio de 0.1 mm de espesor o una simple hoja de papel.

Las partículas beta son electrones emitidos a grandes velocidades próximas a la de la luz. Debido a la menor masa que la radiación alfa, tienen más poder de penetración que las partículas alfa siendo absorbidas por una lámina de aluminio de 0.5 mm de espesor y quedan frenadas en algunos m de aire, o por 1 cm de agua. En el cuerpo humano, pueden llegar a traspasar la piel, pero no sobrepasan el tejido subcutáneo. Los positrones son partículas con masa despreciable y carga equivalente a la de un protón.

Las partículas gamma son radiaciones electromagnéticas de la misma naturaleza que los rayos X pero de menor longitud de onda. Su poder de penetración es muy elevado frente al de las partículas alfa o beta, pudiendo atravesar el cuerpo humano. Quedan frenadas con espesores de 1 m de hormigón o unos pocos cm de plomo, por lo que cuando se utilizan fuentes radiactivas que emiten este tipo de radiación, hay que utilizar blindajes adecuados.

Los neutrones proceden de reacciones de fisión o de reacciones nucleares con otras partículas. Pueden ser muy penetrantes excepto en agua y en hormigón, y se utilizan para producir elementos radiactivos cuando interaccionan con elementos estables.

María Giner

vehículos híbridos, nuestra ayuda al futuro sostenible.....


Un vehículo eléctrico híbrido es un vehículo de propulsión alternativa movido por energía eléctrica proveniente de baterías y, alternativamente, de un motor de combustión interna que mueve un generador. Normalmente, el motor también puede impulsar las ruedas en forma directa.

En el diseño de un automóvil híbrido, el motor térmico es la fuente de energía que se utiliza como última opción, y se dispone un sistema electrónico para determinar qué motor usar y cuándo hacerlo.

En el caso de híbridos gasolina-eléctricos, cuando el motor de combustión interna funciona, lo hace con su máxima eficiencia. Si se genera más energía de la necesaria, el motor eléctrico se usa como generador y carga la baterías del sistema. En otras situaciones, funciona sólo el motor eléctrico, alimentándose de la energía guardada en la batería.

En algunos es posible recuperar la energía cinética al frenar, que suele disiparse en forma de calor en los frenos, convirtiéndola en energía eléctrica. Este tipo de frenos se suele llamar "regenerativos".

La combinación de un motor de combustión operando siempre a su máxima eficiencia, y la recuperación de energía del frenado (útil especialmente en la ciudad), hace que estos vehículos alcancen mejores rendimientos que los vehículos convencionales.

Todos los coches eléctricos utilizan baterías cargadas por una fuente externa, lo que les ocasiona problemas de autonomía de funcionamiento sin recargarlas. Esta queja habitual se evita con los coches híbridos.


Fernando Guallar Saiz.

¿Qué es la RADIACTIVIDAD?

La radiactividad o radioactividad es un fenómeno físico natural, por el cual algunos cuerpos o elementos químicos llamados radiactivos, emiten radiaciones que tienen la propiedad de impresionar placas fotográficas, ionizar gases, producir fluorescencia, atravesar cuerpos opacos a la luz ordinaria, etc. Debido a esa capacidad se les suele denominar radiaciones ionizantes (en contraste con las no ionizantes). Las radiaciones emitidas pueden ser electromagnéticas, en forma de rayos X o rayos gamma, o bien corpusculares, como pueden ser núcleos de Helio, electrones o positrones, protones u otras.La radiactividad es una propiedad de los isótopos que son "inestables". Es decir que se mantienen en un estado excitado en sus capas electrónicas o nucleares, con lo que para alcanzar su estado fundamental deben perder energía. Lo hacen en emisiones electromagnéticas o en emisiones de partículas con una determinada energía cinética. Esto se produce variando la energía de sus electrones (emitiendo rayos X), sus nucleones (rayo gamma) o variando el isótopo (al emitir desde el núcleo electrones, positrones, neutrones, protones o partículas más pesadas).


Adrián Gil

El programa europeo de investigación de la fusión

Toda la investigación sobre la fusión en Europa está coordinada por la Comisión Europea, y financiada y proporcionada a través de EURATOM (1), parte de los Programas Marco comunitarios para el Desarrollo Tecnológico y la Investigación. De ahí que el programa esté completamente coordinado e integrado en el ámbito europeo. Funciona a través de dos mecanismos principales:
-Contratos de Asociación entre EURATOM y los Estados Miembros de la UE (u organizaciones en estos estados) y estados no miembros asociados con EURATOM. Todos los Estados Miembros participan de esta forma, así como Suiza (desde 1979) y más recientemente la República Checa, Hungría, Letonia y Rumanía. Investigadores de Bulgaria, la República Eslovaca y Eslovenia participan actualmente en contratos de vencimiento fijo para proyectos específicos.
El Acuerdo Europeo para el Desarrollo de la Fusión (EFDA) coordina las actividades de tecnología y exploración científica del programa Joint European Torus (JET) y las contribuciones europeas para las colaboraciones internacionales. Aquí está la primera prioridad de la contribución europea al proyecto internacional de demostración de la energía de fusión denominado ITER. (1) -El Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) se firmó en 1957 con el objetivo de coordinar la investigación y la formación nuclear dentro de la Comunidad Europea de la Energía Atómica.

Hecho por: María Pérez Ruiz

¿Cual es el uso del agua en las centrales nucleares? Carlos Crespo

El agua en las centrales nucleares tiene varios usos:
-Generar el vapor que mueve las turbinas que generan electricidad.
-Moderadores en el proceso de fisión. Reduce la velocidad de los neutrones causando una mayor eficiencia en el choque entre neutrones y átomos.
-En las piscinas donde se almacenan los residuos nucleares.
-Enfriar el vapor que ha sido empleado en el proceso de fisión.

Energía de Fusión

La energía de fusión es la energía liberada al realizarse una reacción de fusión nuclear, que puede ser empleada en la bomba de hidrógeno y en un futuro en la producción de energía eléctrica en un hipotético reactor. Esta energía liberada es la que se aprovecha luego para generar electricidad .Es válido agregar que de conseguirse la fusión nuclear controlada a gran escala, una milla cuadrada de agua contendría la misma energía que todos los yacimientos petroleros conocidos y los que se estiman sin descubrir

Hecho por: María Pérez Ruiz

La bomba de Hidrógeno

La bomba de hidrógeno (bomba H), bomba térmica de fusión o bomba termonuclear se basa en la obtención de la energía desprendida al fusionarse dos núcleos atómicos, en lugar de la fisión de los mismos.

La energía se desprende al fusionarse los núcleos de deuterio (2H) y de tritio (3H), dos isótopos del hidrógeno, para dar un núcleo de helio. La reacción en cadena se propaga por los neutrones de alta energía desprendidos en la reacción.

Para iniciar este tipo de reacción en cadena es necesario un gran aporte de energía, por lo que todas las bombas de fusión contienen un elemento llamado iniciador o primario, que no es sino una bomba de fisión. A los elementos que componen la parte fusionable (deuterio, tritio, etc) se les conoce como secundarios.

La primera bomba de este tipo se hizo estallar en Eniwetok (atolón de las Islas Marshall) el 1 de noviembre de 1952 con marcados efectos en el ecosistema de la región. La temperatura alcanzada en la «zona cero» (lugar de la explosión) fue de más de 15 millones de grados, tan caliente como el núcleo del Sol, por unos cuantos segundos. Literalmente vaporizó dicha isla.

Estrictamente hablando las bombas llamadas termonucleares no son bombas de fusión sino fisión/fusión/fisión, la detonación del artefacto primario de fisión inicia la reaccion de fusión como descripta pero el propósito de la mismo no es generar energía sino neutrones de alta velocidad lo cuales son usados para fisionar grandes cantidades de material fisible (235U, 239Pu o incluso 238U) que forma parte del artefactos secundario.

En un artefacto termonuclear clásico la aportación del componente de fusión al total de energía liberada no supera el 25% siendo en general mucho menor a esto.